Cuando yo era mas joven a los niños los traía la cigüeña de Paris, por lo que éramos en el fondo un poco “franceses”. Eso fue así hasta que llego todo esto de la globalización, deslocalización y de palabrejas como offshoring, outsorcing y otras.
Un espabilado, con visión comercial y de progreso, pensó que la cigüeña resultaba cara para la función que desempeñaba (darle de comer y beber después de la entrega del encargo, aparte de dejar alguna cagada en el pasillo) así que lo mejor seria hacer un outsorcing y encargar a los chinos esta labor, y aunque menos elegantes y glamurosos que la zancuda, si muchísimo más baratos. De ahí que pueda entender el porque en el fondo ya somos todos un poco “chinos”.
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